viernes, 4 de septiembre de 2009

ISLAMOFOBIA, HOY (I)

Me propongo hablar sobre la islamofobia en la actualidad y en el Estado español. Esta acotación es importante, ya que, aunque existe un sustrato colectivo islamófobo propio de otro tiempo, que proviene de la reconquista y las cruzadas, considero que esta visión histórica casposa y falseada, aunque subyacente todavía, carece de implantación en nuestro ámbito cultural. No obstante, comentaré un hecho protagonizado por un individuo llamado Miguel Temprano únicamente como anécdota, ya que la carencia de prestigio, instrucción y relevancia de este paparazzi metido a comentarista rosa no merece mayor análisis. Representa, sin embargo, ese poso rancio que aún pervive en ciertos núcleos de nuestro entorno próximo.
En un programa de Antena 3 , del "corazón", por supuesto, este tipo afirmó, obteniendo con ello el aplauso entusiasta de la claque, constituída por un público aún más cateto e ignorante que él, que debíamos dar gracias al Cid, ya que, merced a su actuación, las mujeres podían salir en la tele en España y no estaban encerradas en sus casas con un burka. Obviamente, este sujeto ignora que el Cid fue un mercenario y que, como tal, mantuvo excelentes relaciones y trabajó para diversos reyes musulmanes según su conveniencia económica. Cómo siento recordar la falsedad del mito épico de la España franquista.
Pero, como he mencionado, esto es tan solo una anécdota. De un tiempo a esta parte, Estados Unidos y sus lacayos europeos han creado un enemigo ficticio para recortar libertades en pro de una supuesta seguridad y de la defensa de los valores de la civilización occidental. Valores que, es cierto, han sido destruídos pero precisamente por esos mismos que dicen defenderlos frente a la amenaza islámica. Con esa falsa excusa de defender lo que ellos mismos están destruyendo se ha puesto en marcha una batería bien orquestada y admitida por toda la prensa seguidista del poder capitalista, basada en mentiras y omisiones, en la generación y reproducción masiva de lo que ya se ha denominado como los mitos del Islam. De estos mitos es de lo que me interesa opinar aquí.
Para introducir el asunto, convendría indicar que la palabra árabe Islam significa "sumisión" (a Dios). El Corán es el libro sagrado del Islam, revelado al profeta Mohamed por Alláh en el 611 d. C. Este libro rige la vida religiosa, moral y social de la comunidad islámica o Umma. El Islam, sin embargo, acepta y aglutina las religiones monoteístas cristiana y judía, aceptando, asímismo a Jesucristo, por ejemplo, como profeta. No es, por tanto, una religión rupturista ni beligerante sino, en gran medida, continuista, algo que tiende a ocultarse sistemáticamente. Evidentemente, esto no significa que el Islam no supusiera una renovación de posteriores repercusiones mundiales y posea un cariz propio y genuino, diferenciador de las restantes. El por qué se persigue el Islam en nuestros días es algo que ya hemos comentado. Pero cómo combaten los poderes occidentales a una religión, en principio, inofensiva y que, por otra parte, continúa expandiéndose por todo el mundo sin apenas esfuerzo proselitista? Pues creando y propagando falsos mitos.
1. El Islam es la religión de los árabes.
Si bien es cierto que este credo se originó en la península arábiga, la asociación de los árabes con el Islam es errónea. De hecho, los países con mayor población musulmana en la actualidad son Indonesia y Pakistán. Ni en Turquía ni en Irán, países de innegable relevancia cultural y geoestratégica se habla en árabe. Es cierto, únicamente, que los musulmanes intentamos aprender árabe para poder comprender el Corán en su esplendor, como obra cumbre literaria escrita en este idioma. Esto equivaldría a afirmar que todos los cristianos son italianos o alguna sandez por el estilo. Por otra parte, existe un gran número de árabes judíos y cristianos, como es el caso de los coptos que han seguido viviendo en la cultura árabe desarrollando sus creencias con bastante más tolerancia por parte de las autoridades y la sociedad musulmanas de la que los musulmanes disfrutamos en Occidente.
2. Vejación de la mujer.
Este punto daría para un examen casi interminable pero, a riesgo de caer en la simplificación, me centraré en unos pocos temas que constituyen la munición básica del bombardeo mediático. Mencionaré de pasada, una constante en la utilización de la defensa de los derechos de la mujer por parte de Occidente para justificar invasiones bélicas y agresiones culturales contra otras civilizaciones. Este es el caso de la vestimenta femenina. A nadie que reflexione mínimamente se le escapa que jamás se habló del burka afgano hasta los momentos previos de la invasión de la OTAN en Afganistán. Tampoco nadie se ocupa ahora de reseñar que la mujer afgana sigue utilizando esta prenda, a pesar de la "democratización" del país. Como veremos más adelante, se mezclan cuestiones culturales y religiosas con la intención clara de desprestigiar la religión musulmana.
2.1. La ablación.
Si se realizara una encuesta sobre este tema, probablemente la mayoría de los ciudadanos relacionaría esta práctica con el Islam, lo que representa una mentira burda. La ablación es una costumbre preislámica que subsiste en algunos países subsaharianos a pesar de su posterior conversión al Islam. La mutilación genital femenina y, con ello, su privación de placer sexual, por no entrar en repercusiones sanitarias, no cabe en esta religión que, en su Libro Sagrado, exhorta al hombre a proporcionar placer sexual a su mujer. Sin embargo, contínuamente se escuchan afirmaciones tales como: "En Cataluña se vigila a la población musulmana a fin de evitar que sus hijas sean enviadas a su país de origen para que se les practique una ablación."
2.2 La poligamia.
Este es también un argumento recurrente. La poligamia surge en tiempos de Mahoma como una suerte de protección a las viudas y sus hijos en un tiempo de guerra constante. Se oculta, sin embargo, que en la actualidad, la inmensa mayoría de los países musulmanes prohiben la poligamia y que, en los que es una práctica legal, es precisa la conformidad de la primera esposa para que ésta se lleve a cabo. España se permite dar lecciones de ética cuando en este país no existía el divorcio hace tan solo treinta años y donde, todavía, una viuda percibe un cincuenta por ciento del sueldo del marido muerto como pensión. Esto nos parece normal, pero criticamos que la mujer perciba la mitad de indemnización respecto al hombre en algunos países musulmanes. ¿dónde está la diferencia?
En este amasijo de información tóxica se mezclan capciosamente dictaduras políticas como la de Arabia Saudí con cuestiones religiosas. Volviendo a las comparaciones,sería tan injusto como equiparar el cristianismo con el régimen franquista.

2 comentarios:

. dijo...

Está muy interesante esta serie. Aunque no corresponde exactamente con el tema estos días se ha lucido otro jerarca de la Iglesia católica intentando "poner en su lugar" a lo que no es cristinismo, lo que parece bastante distinto a esto que hablas de "aceptar y aglutinar" a otras religiones monoteístas.



El obispo de Almería, Adolfo González, ha criticado la Ley de Libertad Religiosa que prepara el Gobierno señalando que “cuando se pretende igualar a las religiones, como si todas tuvieran el mismo significado histórico y social en la génesis y desarrollo de un pueblo se evidencia la falacia de un igualitarismo de falso cuño democrático”, por lo que la regulación de la libertad religiosa “no será nunca justa ni democrática si, de hecho, va dirigida contra la identidad mayoritariamente cristiana de la sociedad”.

http://identidadandaluza.wordpress.com/2009/09/02/almeria-el-obispo-critica-que-se-trate-a-todas-las-religiones-por-igual/

Saludos

Dizdira Zalakain dijo...

No me sorprende esta actitud de la jerarquía eclesiástica española en su línea ultra tan habitual últimamente. Es increíble que este obispo no esté satisfecho ni tan siquiera con esa rémora de nuestra transición "modélica" que otorga a España la peculiaridad -no sé si única en toda Europa- de mantener en vigor tratados con el Vaticano que perpetuan de facto el Concordato firmado por Franco y todo ello en un estado que la Constitución define como aconfesional..
Afirman que la mayoría de los españoles es católica, pero yo veo las iglesias vacías. De todos modos, admiro y respeto profundamente a los cristianos de base, los teólogos de la liberación, a la gente que trabaja en Cáritas o, sin ir más lejos, al párroco de mi pueblo: sus hojas parroquiales son de lo mejor que leo últimamente. No sé si lo he comentado contigo en alguna ocasión, pero para mí son dos iglesias no ya distintas sino antagónicas y me sorprende que puedan coexistir en un mismo organismo. Sería interesante buscar una explicación de ello.
Un saludo.