sábado, 12 de septiembre de 2009

Caballa con salsa Romesco.

Esta deliciosa salsa proviene de la cocina tradicional de Tarragona. Normalmente se prepara con una clase de pimientos denominados cuerno de cabra o romesco. Pero si no se encuentran, pueden sustituírse por ñoras. Esta receta es ideal para improvisar una cena. Bastará con tener la salsa Romesco preparada en la nevera y abrir una lata de caballa en conserva, pero ¡no de cualquiera!
He descubierto la caballa de la marca "Rey de Oros", una empresa de Barbate. Aunque normalmente no me gusta publicitar marcas, debo reconocer que esta es la mejor de las varias que he probado. Además puede encontrarse a muy buen precio. La empresa "Rey de Oros" posee un castizo nombre que ya delata cierta veteranía en el sector. Es una bendición encontrarse con marcas así, con su naipe de Heraclio Fournier en la caja, pero que también es capaz de innovar y comercializar el mítico Garum, un condimento a base de pescado y hierbas tan indispensable en la antigua Roma como el ketchup en la nueva Roma -los USA. Todavía no lo he visto en las tiendas, pero estoy deseando probarlo y poner alguna receta romana por aquí.
Dicho esto, también añadiré que el mundo empresarial es oscuro casi siempre y que Chaves paseándose por las nuevas instalaciones fabriles y noticias de despidos ilegales son otras características que hay que tener en cuenta de esta empresa. Una pena que el buen trabajo en los productos tantas veces se vea enturbiado por la codicia y la prepotencia empresariales.. Cuento la cara y la cruz de la moneda para intentar ser ecuánime.
Pero, ahora, vamos a cocinar nuestra salsa Romesco.

Ingredientes:
-2 Tomates,
-5 Ñoras o dos pimientos cuerno de cabra,
-4 dientes de ajo,
-Una cebolla,
-Una rebanada de pan abundante en miga,
-20 almendras,
-Sal,
-Aceite de oliva -según gusto,
-Un chorro de vinagre,
-1 Guindilla.

Modo de elaboración:
Colocamos los tomates, la ñora, los ajos y la cebolla en el horno para que se asen, unos 15 minutos a 220 grados. Cuando se enfríen, les quitamos las peladuras y las pepitas y los reservamos.
Freimos una rebanada de pan con mucha miga.
Tostamos, también, las almendras.
Colocamos en un bol las verduras, el pan y las almendras y lo majamos con un mortero. Añadimos el vinagre, la sal y la guindilla en polvo. Seguidamente, vamos ligando la salsa con el aceite; dependiendo de la cantidad del mismo, nos quedará más espesa o más líquida.
Finalmente, pasamos la salsa por la batidora. Puede consumirse fría o caliente.
Y, ahora, llega la parte más compleja de la receta: abrir la lata de caballa y disponerla en un plato junto con la salsa, de forma más o menos graciosa. Nos quedará una cena muy aparente.
Bon profit.

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