lunes, 31 de agosto de 2009

Crimen, hambre y miedo.

Quería hablar en este post de la inmensa prisión y campo de tortura en el que el neoliberalismo, osea, el actual capitalismo, ha transformado al mundo. Quería decir cosas como, por ejemplo, que para que un tercio de privilegiados comamos y hagamos dieta, otro sobrevive mal nutrido o muere directamente de hambre. Que, mientras nosotros vivimos agobiados por la hipoteca, millones deambulan buscando infructuosamente un lugar en el que cobijarse. Quería constatar cómo, incluso en el primer mundo privilegiado, nuestros derechos y poder adquisitivo se recortan día a día ante la insaciable voracidad del capitalismo y cómo, frente a todo esto, permanecemos inmovilizados por el miedo. O cómo derechos humanos sagrados hasta hace poco, como la libertad de expresión o el trato humanitario hacia los detenidos, son pisoteados por la maquinaria neoliberal ante nuestra indiferencia.
Pero, por casualidad, he encontrado un reportaje de Vicente Romero que habla de todo ello y mejor de lo que yo lo haría, así que prefiero colgarlo aquí. Solo le hago dos objeciones; supongo que es el peaje que hay que pagar por decir este tipo de cosas en Tve 2:
1. La aparición de la supuesta ONG Human Rights Watch, financiada por instituciones como la Fundación Ford y vinculadas al Departamento de Estado de USA y a la CIA, acusada de realizar operaciones de desestabilización e intentos de golpe de estado en lugares como Irán y Venezuela y de difundir propaganda contra los países "no amigos" de sus patrocinadores.
2. La aparición, así mismo, del inefable juez Garzón que condena, por lo visto, las torturas mientras no se produzcan en su país y a sus procesados.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=63668







1 comentario:

. dijo...

Esto de la fundación Ford debe de ser algo así como el instituto de investigación de Coca-Cola (o como se llame) que se dedica a hacer estudios para después amable y desinteresadamente cederlos, por ejemplo, a organismos públicos para que los usen y los difundan. Hace poco me parece que hasta en el programa de Tve "Redes" hacían uso de estos estudios.


A Garzón lo vengo observando hace tiempo buscando formarme una opinión. Por una parte ,respecto al asunto de Pinochet y otros similares, no me puede parecer más maravilloso. Sin embargo, en otros temas (quizás en el terrorismo se le pueda notar) termina siendo simplemente un engranaje del Estado. Un país tiene precisamente en el sistema judicial uno de sus sistemas de represión y control del orden que le conviene. Teniendo en cuenta estos argumentos que tan escuetamente aquí pongo (y algunos más) me he formado la impresión de que la idea de lo que es justo que tiene se ha formado más desde la experiencia en su trabajo que por una propia inquietud interna radical lo que hace que termine resultando insuficiente el resultado.

Saludos